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La Fibromialgia

descripcion:

 

Qué es

 

La fibromialgia es un proceso reumático crónico que se caracteriza por dolor músculo-esquelético generalizado y fatiga. El paciente no presentan ninguna alteración en los tejidos ni en las células, por ello, es difícil etiquetarla como enfermedad.

 

Causas

 

Se desconoce la causa que origina la fibromialgia. Sin embargo, algunos factores como las infecciones (virales o bacterianas), un accidente laboral, un accidente de circulación que produzca una lesión cervical, una enfermedad simultánea como la artritis reumatoide, lupus o hipotiroidismo podrían desencadenar su aparición. Se estimulan los receptores del dolor, quedan activados crónicamente y, posteriormente, se desarrolla la fibromialgia. Por otro lado, se ha observado en muchos enfermos un descenso de la serotonina y un aumento de la sustancia P, ambas reguladoras del dolor. La enfermedad puede desarrollarse tras de una situación de estrés muy fuerte, por ejemplo después de un primer parto cuando las mujeres tienen que enfrentarse a la responsabilidad que conlleva tener un hijo.

 

Diagnóstico

 

La diagnosis se realiza mediante un cuestionario para conocer el historial y la sintomatología del paciente. Asimismo, durante la exploración se detectan un conjunto de 18 puntos, denominados puntos dolorosos a la presión, que se repartan en diversas áreas musculares del cuerpo, fundamentalmente alrededor del cuello, codo, rodillas y pelvis. Los análisis de laboratorio son negativos. No producen ningún resultado favorable para diagnosticar la fibromialgia. Sin embargo, sí pueden ayudar a descartar otras enfermedades asociadas como el lupus, hipotiroidismo y artritis reumatoide. Existe el riesgo de confundirla con estas patologías.

 

Tratamientos

 

El enfermo tiene que recibir en primer lugar una educación sanitaria: conocer la enfermedad, qué se espera de ella en el futuro qué tratamientos existen y cual es la explicación médica que existe actualmente. Asimismo, debe saber que se trata de un problema relativamente benigno ya que no produce incapacidad ni invalidez. Los enfermos tienden al reposo debido a que el dolor se asienta sobre los músculos, una actitud contraproducente puesto que se inutilizan y pueden atrofiarse. Lo adecuado es hacer ejercicio moderado como caminar, nadar o practicar ciclismo en llano. Es necesario tratar adecuadamente los problemas psicológicos que se asocien con la enfermedad. El paciente tiene que someterse a técnicas de relajación y terapias de modificación de la conducta. El tratamiento farmacológico combate el dolor (con analgésicos), los trastornos del sueño, los problemas asociados como el colon irritable y depresión (antidepresivos). Sin embargo, el tratamiento básico es el psicológico.

 

 

La fatiga y el dolor crónico, principales síntomas de la fibromialgia

 

Evitar el estrés y el tabaco y practicar ejercicio, principales recomendaciones de la Sociedad Española de Reumatología

 

 

La fatiga física y mental es uno de los síntomas más comunes de la fibromialgia, un proceso reumático crónico caracterizado por dolor musculo-esquelético generalizado y sensación de cansancio que puede afectar a cualquier persona, aunque es más común entre mujeres de mediana edad. Según el estudio EPISER, realizado por la Sociedad Española de Reumatología, entre un dos y un cuatro por ciento de la población española padecería este trastorno. Aunque no tiene cura, seguir el tratamiento prescrito por el médico y un estilo de vida saludable que implique una dieta equilibrada, la práctica regular de deporte y dormir ocho horas diarias ayudan a mejorar los síntomas.

Estas son las recomendaciones que recoge la Sociedad Española de Reumatología en su Decálogo contra la Fibromialgia:

 

1. Aceptar el dolor

 

No existe un tratamiento que elimine de forma rápida el dolor. Por ello, el primer paso para controlarlo es aceptarlo y asumir que el dolor puede persistir para siempre y formar parte de la vida cotidiana. Esto no significa que el dolor deba convertirse en el centro de nuestro día a día. Cuando se acepta el dolor, se aprende a reconocerlo y a saber qué lo mejora o empeora, estamos entonces en situación de buscar soluciones y de volver a disfrutar de la vida.

 

2. Controlar las emociones

 

La fibromialgia, y el dolor crónico que produce, altera con frecuencia las emociones y la forma de comportarse del paciente. Muchas personas con esta enfermedad desarrollan sentimientos negativos que antes no presentaban, los más comunes son enfado e ira, frustración, sensación de fracaso, culpa y vergüenza. Es normal que una persona con dolor crónico tenga estas emociones y sentimientos negativos, pero debe aprender a controlarlos para que no se cronifiquen y se conviertan en un problema añadido. No intente ser un perfeccionista; nadie puede hacerlo todo bien, y una persona con una enfermedad menos aún. Sea realista y plantéese objetivos alcanzables. Exprese de forma abierta y sincera cuáles son sus necesidades y evitará sentimientos de culpa.

 

3. Reducir el estrés

 

La mejor manera de combatir el estrés es identificar su causa y evitar las situaciones que lo favorezcan. También es útil organizar y planificar las actividades diarias, y dedicar diariamente tiempo a la relajación. Esta se practica siguiendo determinadas técnicas, como la respiración profunda o la relajación muscular, que pueden aprenderse con un corto entrenamiento.

 

4. Evitar la fatiga

 

La inactividad es tan negativa como un exceso de tareas. Gastar las energías intentando cumplir demasiados objetivos hará que la fatiga y el dolor aparezcan. Examine cuáles son sus obligaciones y tareas diarias, y establezca prioridades. No intente ser un perfeccionista; planee sus obligaciones y elimine o delegue aquellas que no sean estrictamente necesarias. Intercale periodos de descanso entre los de actividad, y haga sus tareas a un ritmo que usted pueda controlar.

 

5. Practicar ejercicio

 

El ejercicio físico es el aspecto terapéutico más importante para el tratamiento de la fibromialgia; no sólo mantiene en forma los músculos y pone a punto el sistema cardiovascular, sino que disminuye el dolor, favorece el sueño, mejora la sensación de fatiga y disminuye la ansiedad y la depresión. Lo mejor para esta enfermedad es el ejercicio aeróbico, que es aquel que incrementa la frecuencia cardiaca y el consumo de oxígeno. Caminar, correr, andar en bicicleta o bailarson ejercicios aeróbicos que favorecen el control de la enfermedad. También es muy aconsejable practicar pilates. Comience a realizar el ejercicio de una forma suave e incremente su intensidad y duración de forma progresiva. Se recomienda realizarlo de 20 a 40 minutos, como mínimo tres días a la semana.

 

6. Apoyarse en el entorno

 

El dolor no es visible y eso puede generar sentimientos de duda sobre la realidad del enfermo en su entorno más cercano. Esto puede frustrar al paciente y conducirlo al aislamiento social. No rechace compartir con quienes le rodean sus preocupaciones y frustraciones, pero evite que la comunicación se centre continuamente en su dolor. Pida ayuda si la necesita. El apoyo de familiares y amigos le ayudará afrontar mejor la enfermedad.

 

7. Evitar el tabaco, la cafeína y el consumo excesivo de alcohol

 

El dolor crónico puede acarrear depresión o el abandono de los buenos hábitos de salud. El tabaco, que es nocivo para cualquier aspecto de la salud, es también un excitante del sistema nervioso que hará más difícil que pueda controlar el dolor. Lo mismo sucede con la cafeína y el exceso de alcohol, que puede además interferir con su medicación. Vigile su peso y haga ejercicio para mantenerse en forma.

 

8. Evitar la automedicación

 

La medicación mejora muchos de los síntomas de la fibromialgia. Los analgésicos y antinflamatorios comunes no suelen funcionar en el dolor crónico de la fibromialgia; existen analgésicos más potentes, denominados opiáceos, que pueden ser empleados en esta patología siempre que los prescriba un médico experto en su empleo. Otros fármacos, como losanticonvulsivantes y los antidepresivos también pueden disminuir el dolor. Determinados medicamentos pueden combatir el insomnio, los trastornos psicológicos, las molestias intestinales y otros síntomas de la fibromialgia pero, lo más importante es que la persona que padece esta enfermedad evite el automedicarse y se ponga en manos de un médico experto en el tratamiento del dolor crónico y en el uso de los fármacos que pueden ayudarle.

 

9. Medicinas alternativas, con precaución

 

Algunas terapias alternativas mejoran el dolor y pueden favorecer el control de estrés, como el yoga, la acupuntura, la quiropraxis, los masajes, el tai-chi o la homeopatía. La medicina alternativa puede ser cara y no está regulada por las guías médicas. Por ello, se debe recomendar al paciente que consulte siempre con su médico antes de comenzar cualquier terapia de medicina alternativa, ya que algunas pueden interferir con el tratamiento farmacológico.

 

10. Constancia

 

Conseguir resultados puede tardar algún tiempo. Aunque haya conseguido estabilizar su enfermedad, puede sufrir recaídas o tener momentos en los que se encuentre desanimado. En esos “días malos”, salga de casa y relaciónese con los demás, mantenga sus compromisos habituales y procure relajarse. Ser constante en la aplicación de estos consejos le ayudará a continuar controlando su enfermedad.

 

http://www.ser.es

Sociedad Española de Reumatología en su Decálogo contra la Fibromialgia:

La primera persona que pareció fibromialgia 

En 1843, Frioriep, descubrió los puntos dolorosos de la Fibromialgia

y la estudió para delimitar sus características.

Gowers, en 1904, define a los síntomas, como “sensibilidad local y

durezas de fibras musculares”. Es el primero en llamarla Fibromialgia

( fibro músculos, Algias dolor).

 

En 1927, en Inglaterra, Albee,  buscando confirmar la existencia de

inflamaciones en las zonas dolorosas, practicaron biopsias. Al notar

su inexistencia, propusieron el nombre, de fibrositis. Le siguieron un

sinfín, de definiciones incorrectas, como reuma psicógeno.

 

 Ateindler en 1931 describe el dolor miofascial,  que aparece en

cualquier parte del cuerpo, como un punto cuya presión, reproduce

el dolor con claridad. Los llamó puntos gatillo  o trigger points.

 

 En 1950, Fue descripta por primera vez, por el Royal Free Hospital,

en Inglaterra.

Scwartz en 1954 inactiva el dolor de los puntos sensibles, con

infiltraciones

con procaína local, administrándola por vía intradérmica regional

(localizada).

Nace el concepto, de mesoterapia. En 1976, Hench, reivindicó

para esta dolencia, el nombre de Fibromialgia.

 

 En la década de los ochenta, se iniciaron estudios epidemiológicos, para delimitar el ámbito de esta dolencia. Se publicaron las bases iniciales. Tentativamente, se la denominó síndrome miofascial y tendomiopatía generalizada, este último término, preferido por los investigadores europeos. Finalmente, se volvió al término Fibromialgia, acuñado previamente, por Hench.

 

En 1990 el Colegio Americano de Reumatología, determinó los criterios diagnósticos, es decir un conjunto de las tres condiciones , necesarias para ser diagnosticada, nuestra enfermedad.

 

– Dolor difuso durante más de 3 meses

– Once o mas de dieciocho puntos sensibles

– No evidenciar otra enfermedad dolorosa.

– Resultados de análisis y radiografías normales.

 

En 1992 la Organización Mundial de la Salud (OMS) incorporó a la fibromialgia, en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) como una entidad clínica, bajo el código M 79.0

 

 En 1993, Se reunieron en Noruega, un grupo internacional de investigadores procedentes de Alemania, Australia, Canadá, Estados Unidos, Noruega y Suiza.

 

En 1994  la Asociación internacional para el estudio del dolor (IASP) la reconoce y clasifica con el código X33 X8a

 

Personajes relevantes con Fibromialgia.

 

Florence Nightingale

 

Nació en Florencia un 12 de mayo de 1820. Ese día, se conmemora en su honor, el día de la Fibromialgia. Creo las escuelas de enfermería, difundió los principios de salud en las viviendas y aplico las estadísticas al sistema medico, logrando un gran avance en el cuidado de los enfermos. Contrajo su enfermedad, a los cuarenta años, permaneciendo el resto de su vida, en cama.

 

 Alfredo Nobel.

 

Nació el 21 de octubre de 1833, en Estocolmo. Su padre, fue un ingeniero, estudioso de la composición química y comportamiento de explosivos. Invento una mina submarina  y se dedico a su construcción. Alfredo fue el tercer hijo de los cuatro, su salud fue débil y enfermiza a diferencia, de la de sus hermanos.    Fue un brillante químico y emprendedor, que instalo una fabrica, para la elaboración de nitroglicerina en grandes cantidades.  En 1864, una tremenda explosión causó la muerte de cinco trabajadores y de Emilio Nóbel, su hermano menor.  Para paliar los riesgos de la manipulación y fabricación del explosivo, lo mezclo con una sustancia inerte, creando la dinamita, de menor riesgo pensando en su aplicación en la agricultura y minería. En 1887 patento la dinamita goma, añadiéndole nitrocelulosa. La ofreció a Francia, cuyo gobierno la rechazo, a la vez, que comenzaba una campaña en la opinión pública, impresionada, por los posibles horrores, con la aplicación de sus explosivos, en las guerras futuras. La campaña arrecio hasta aparecer publicado su muerte en el periódico, anunciando el fin de un ser maligno. El odio y la incomprensión crecientes, sobre los fines de sus investigaciones e inventos, afectaron su salud.

 

Frida Kahlo.

 

Nació en México, el 6 de julio de 1907. Como Alfredo Nobel, fue la tercera hija, del matrimonio   Kahlo  En el año de 1913,  un ataque de poliomielitis, le afectó la pierna derecha. Su fribromialgia, de origen post traumático, surgió a causa de un accidente, producido por el choque de un tranvía, que embistió al autobús, donde ella viajaba 1925. Su pelvis y su columna,  se fracturaron en tres sitios, se quebró tres costillas, su pierna y pie derechos. Sufrió un sinnúmero de operaciones, debió guardar cama, la mayor parte de su vida y usar corsés. Sintiéndose sola, comenzó a pintar, logrando obras de elevada abstracción y profunda simbología. Adapto un caballete para pintar desde su posición de reposo. Fue su propio modelo en autorretratos, donde se conjuran sus objetos, sentimientos e insistentemente, la figura de Diego Rivera. La depresión, el consumo de alcohol, la soledad, su dolor y su cuerpo lastimado, se asoman una y otra vez, en sus obras y en su diario.

Sintomas frecuentes

 

El dolor, la fatiga y las alteraciones en el sueño son síntomas frecuentes de las personas que padecen fibromialgia. Debido al malestar que genera, esta patología puede ocasionar trastornos psicológicos al paciente y ser la causa de la aparición de otras complicaciones, como estreñimiento, diarrea, gases, etcétera.

 

Dolor 

 

El dolor es habitual en los músculos pero no en las articulaciones. Frecuentemente, el dolor y rigidez empeoran por la mañana y pueden doler más los músculos que se utilizan de forma repetitiva. El dolor y la rigidez pueden manifestarse por todas partes del cuerpo o pueden estar restringidos a ciertos puntos, como en los síndromes de dolor miofascial. La fibromialgia en todo el cuerpo es más frecuente en mujeres que en varones.

 

Fatiga

 

Puede ser leve en algunos pacientes y muy severa en otros. A veces se describe como fatiga mental o abatimiento general.

 

Trastornos del sueño

 

Los pacientes con este problema concilian el sueño con facilidad. Sin embargo, el sueno no es reparador. Se despiertan con frecuencia o tienen pesadillas. Otros padecen apnea nocturna (fases en las que se corta la respiración), miclonías del sueño (movimientos bruscos de brazos y piernas) y bruxismo (rechinar de dientes).

 

Síndrome del intestino irritable

 

Muchos pacientes sufren síntomas de intestino irritable como estreñimiento, alternado con diarrea, dolor abdominal, gases y náuseas.

 

Trastornos psicológicos

 

Los síntomas generales de la fibromialgia y el empeoramiento de la calidad de vida que conlleva en ocasiones pueden producir trastornos psicológicos en el paciente como depresión.

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